Salmos



Se acaba el año y la oficina rebosa polvo. Lo siento por los que vinieron por aquí y no pudieron hallar lo que esperaban. Hasta ahora no he cerrado este blog porque no me gusta cerrar nada y, probablemente, así continúe hasta que los propietarios del alojamiento lo decidan. Seguiré escribiendo salmos durante un tiempo indefinido, así que para cualquier cosa ya sabéis dónde encontrarme.