Propuesta indecente



¿Se atrevería alguien a enviarme un fichero de sonido con su propia voz recitándome a su antojo el poema que sigue bajo estas líneas?

Me haría infinitamente feliz. Sé que es difícil que suceda, y que incluso puede ser hasta indecoroso o desvergonzado por mi parte hacer una proposición tal (adjetívese a placer), pero es que me pierdo por escuchar voces en este blog que sufre, en ocasiones, el silencio de la palabra escrita.

(Perversión oral: me chiflan, me encantan todos los acentos latinoamericanos, especialmente los argentinos, los uruguayos y los venezolanos, independientemente de su sexo y/o preferencia sexual).

Postdata: si así se requiere, silenciaré la identidad de quien recite.