Ya en su kiosco



¿Qué tienen en común las chapas de cava, la biblioteca de Saramago, la abeja Maya, todos los Seat 600, las novelas fuxia de Johanna Lindsey, el arte del Tarot, los relojes antiguos, los talleres mecánicos, las muñecas barriguitas y las grabaciones de jazz? Que son coleccionables. Como en diciembre con los perfumes, la publicidad en septiembre nos invade con colecciones de objetos, cada año más raros. Se colecciona de todo, incluso fantasías sexuales. Para algunos consumidores, esto de coleccionar debe de ser algo así como una adicción, una droga, y lo bastante sugerente como para que, cada otoño, se repitan las promociones. Supongo que si a uno le gusta el coleccionismo pero no persevera en su empresa, al final ya no sabe si colecciona objetos o colecciona coleccionables. A lo mejor, para este tipo de consumidores (la mayoría), Salvat o RBA deberían sacar una promoción especial: "coleccione coleccionables, el primer y último número, ya en su kiosco".