La derecha alienada



Mientras servidor estudiaba Ciencias de la Desinformación en una universidad de periodismo y de derechas o, da igual, de derechas y de periodismo —que, nótese, no es lo mismo (pero casi) que una universidad de periodismo de derechas...; pues, cuando estudiaba periodismo para no ser periodista iba prestando una especial atención a las minifaldas, pero también a escenas docentes en las que se producía ese curioso fenómeno por el que las más básicas teorías marxistas se han transformado finalmente en un artilugio político sensiblemente más eficaz en los argumentos de los liberales que en las hoces certeras de los comunistas, por muy reveladoras y convincentes que éstas llegaran a ser. No es fácil pasar de la teoría a la práctica, y menos para cualquier liberal ibérico poco adicto a la autocrítica... O sea, poco liberal. Sin embargo, no hay que ir muy lejos para hallar algunas prácticas políticas que, profanadas a la santa izquierda, están funcionando con solvencia para sus promotores: la derecha española apoyará la manifestación del próximo sábado en Madrid contra los matrimonios entre homosexuales, y ya es la tercera mani consecutiva de los conservadores en sólo tres semanas. Tanta manifa en tan poco tiempo debe de ser, para los herederos de la CEDA (aquella Confederación Española de Derechas Autónomas), algo así como un récord político de alienación marxista. Podríamos decir que, en poder de convocatoria, Rajoy ya ha superado a su abuelo ideológico, el reaccionario Gil Robles. Recientemente, gracias a Javi, leía la expresión "familias productivas" en el artículo de uno que, de repente, se ha muerto hoy y regresaba de nuevo a esa época de estudiante en la que, entre otras cosas no tan confesables, descubrí esa estética estalinista con la que el derechismo empedernido español continúa hoy lubricando su lenguaje. Lo cierto es que "la derechona" ha sido poco pancartera, pero siempre se ha corrido de gusto con el pronunciamiento militar, venga el golpe, venga la proclamación patriótica y, bueno, eso de marxismo e internacionalismo no tiene casi nada.