Latidos



Son latidos lo que pierdo. Y cada día más. A saber dónde se fueron los del pasado invierno, los de ayer, los demorados hasta el final de un beso, los desperdiciados contra un par de hijos de puta, los palpitados diez segundos antes de escribir esta palabra. Contengo la respiración como si no existiera el tiempo y siento como un eco lejano nuevamente se duerme dentro mí. Latidos que se van. El tiempo es una infección.