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Quiero un tobogán nuevo Leyendo un post de Jime se me fue la cabeza... Porque el tal dios ese, si en verdad fue el responsable genético de la creación de los seres vivos, me parece que no tenía ni pajolera idea de lo que fundamentalmente iba a significar la vida, es decir, la permanencia de no-muerte, para los humanos: asumir el paso del tiempo como ¡algo natural! que te deteriora hasta hacerte polvo. ¿Natural? Ese omnipotente señor canoso, sin afeitar, y con triángulo en la cabeza, estaba un pelín confundido. Seguro que se fumó algo raro y erró por completo en el momento de la elección de vejez y muerte como punto final de la existencia en este mundo. Fumado o no, aceptemos por un momento que es posible ese otro universo de los cristianos, ese pasar a "mejor vida", esa existencia ultraterrena. ¿Cómo saben ellos que es "mejor" y que no les están tomando el pelo? ¿Por la fe? ¿Solamente porque se lo asegura un tipo con triángulo en la testa? Venga ya... La cuestión, en verdad, es otra, superable si la genética hiciera su trabajo para el bien común. Ya que únicamente conocemos esta "forma de vida", en la que nos arrugamos hasta mutar en puro hueso, ¿por qué debemos acatar el hecho de nacer como tiernos bebés? ¿Por qué no invertir el curso vital para poder nacer viejos y morir jóvenes? ¿Por qué no hacer el camino del revés? ¿Y por qué no promover de una vez por todas, con una ley, el derecho universal del ser humano a una gran Marcha Atrás verdaderamente efectiva? En definitiva, ¿por qué envejecer? Así uno no se moriría cansado y enfermo sino con plenas facultades físicas. Como niños. Felices. Y no me vengan ahora con explicaciones biológicas que impiden tal proceso... Cuando logremos este avance genético, sin duda habremos alcanzado el futuro. Escrito por jose el 11 de julio de 2005, 12:10:18 CEST |