La gripe de la ONU



El terrorismo, la perpetuación global del miedo y el desasosiego, no siempre es un germen cebado en la desesperación de los desarraigados o en la avaricia de los ricos. A veces parece el oscuro y quizá involuntario capricho de los que no manifiestan con precisión todas sus intenciones cuando acribillan a la población con alarmas que finalmente resultan mucho más estériles que necesarias. Positiva es la máxima de no dejar de hacer algo porque se pueda hacer nada, pero más positiva sería si, en la medida de lo posible, se hiciera sin provocar pánico.