Noes



A veces quiero decir "no", pero casi siempre digo "sí". Tengo una colección enorme de noes. De muchos (casi todos), ni me acuerdo. Pero podría hacer una exposición antológica de noes, de todos lo tamaños y de todos los sabores, pero no me acuerdo dónde los guardé. A veces aparecen a traición, arañan los muros de la consciencia, pero los redimo con vino o un par de versos. Llámalo alienación, o autoengaño. Digo "sí" a favor de una alegría determinada, una alegría comunitaria, alegría que debería ser también mía. Los noes andan muy revueltos últimamente. Hasta que sepa cúanta es la alegría y cuánto el miedo, los he puesto en cuarentena.