Los expulsados



Los expulsados de la sociedad forman una sociedad todavía más grande que la sociedad de la cual han sido expulsados. Pero no se llama sociedad. Se llama bolsa de marginación estrictamente prevista, inapelable, necesaria para que la sociedad realmente digna de este nombre crezca y progrese hasta extremos nunca antes conocidos, celestiales, miríficos. Pues, como todos sabemos, la defecación es absolutamente imprescindible para que un cuerpo crezca y progrese como es debido y a nadie se le ocurre llamar cuerpo a la mierda por muy enorme y numerosa que ésta sea. Sencillamente, se intenta no mirarla y, con la satisfacción de quien se deshace de un lastre inútil y feo que frena su bienestar y las gloriosas perspectivas de crecimiento y de progreso que en frente se le abren, estira despreocupadamente de la cadena.

Marc Granell. V.O.