No olvides



En alguna parte un hombre se pone sus cortos, su camisilla azul de listas, sus jeans; un hombre se pone su chaqueta en la que hay un botón que dice COUNTRY FIRST, y sobre su chaqueta, su sobretodo. Sobre su sobretodo, tras desempolvarlo, se pone su automóvil, y sobre éste se pone su garaje (apenas justo para su carro), sobre éste el patio de su apartamento, y luego se asegura él mismo contra el muro del patio. Entonces se pone a su esposa, y después de ésta la próxima, y luego la próxima, y sobre esa se pone su subdivisión y sobre esa su condado y como un caballero se abrocha las fronteras de su país; y con su testa oscilando, se coloca el globo completo.

Entonces viste el negro cosmos y se abotona con las estrellas. Cuelga la vía láctea sobre un hombro, y tras ésta algún secreto más allá.

Mira en rededor: De súbito en la vecindad de la constelación de Libra recuerda que olvidó su reloj. Su tic-tac debe estar sonando en algún sitio (Por si solo) El hombre se quita los países, el mar, los océanos, el automóvil, y el sobretodo. Él no es nada sin el Tiempo.

Desnudo permanece en su balcón y grita a los transeúntes: “Por amor de Dios, no olviden su reloj!”

Andrei Voznesensky