Vueltas a la tortilla



Siempre me llama la atención la formidable habilidad de los políticos para improvisar discursos con el fin de aparentar que lo bueno es malo y que lo malo es bueno, y también viceversa, profesionales como son de lo relativo hasta lo paranormal, lo anormal y, en ocasiones, lo subnormal. Me asombra, sobre todo, esa capacidad que disfrutan para salir ante los electores la noche de los comicios y proclamar que los resultados obtenidos por su grupo político son estupendos, aunque no hayan ganado. Lo que siempre evitan decir es que han perdido, no sea que baje demasiado la moral. En cualquier caso, conste que me parece muy saludable que la democracia no padezca un diálogo de sordos en términos de vencedores y vencidos, si bien otra cosa muy distinta es que no se asuman los errores cometidos que finalmente han impedido alcanzar el gobierno.

Esa misma sensación de "darle la vueltas a la tortilla" he tenido con los discursos de los diferentes líderes catalanes tras las elecciones celebradas ayer domingo. Por citar a algunos... Mas (CIU): "los catalanes nos han vuelto a dar su confianza"; sí, pero no todos, y esta vez muchos menos. Maragall (PSC): "ha ganado la izquierda"; tiene razón, esto no es para nada falso, porque juntando siglas la suma es positiva, pero no es tampoco del todo cierto, porque no todos los políticos que se autoproclaman de izquierdas "lo son" ( ! ). Carod (ERC): "En Catalunya hay una mayoría nacionalista"; sí, es totalmente cierto, pero acuérdese también de las minorías, que se supone que ustedes sí que son "de izquierdas". Piqué (PP): "hemos incrementado un 25% nuestros escaños"; sí, es un número que así contado parece bonito, pero en realidad ustedes siguen pintando muy poco, y me alegro, en el panorama político catalán. Saura (ICV): "Hemos obtenido más votos", verdad absoluta, pero no como para optar a pactos.

Lo cierto es que en Catalunya no se ha producido un cambio de gobierno, sino un recambio, ya que todo apunta a que, tras los pactos, seguirá gobernando el mismo partido que gobierna desde hace 23 años, pero con otro líder. Total, que todos (sienten que) ganan y nadie (siente que) pierde. Y ojalá así sea por mucho tiempo.