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Hueco I Disimulas bien la distancia y domas a la perfección los recuerdos, como si pudieras aplazar la vida al margen de tu memoria; sabes que un crepúsculo son todavía dos donde mejor te pontificas a salvo del tiempo. En la sombra te sorprendes cuchillo y sangre dentro del animal salvaje donde tu deseo miente contra cada uno de tus malos sueños; y contra el mundo aprendes fatal que un beso no es más que una hormiga perforando inútilmente el planeta. Sopla ya la velas que te delatan antes de que se desmorone el cielo, antes de que la noche se abra definitiva como una rosa infinita y negra, antes de que tu inocencia mute en la fotografía rota de un olvido desenfocado. No siempre una sonrisa ahuyenta la soledad. Escrito por jose el 16 de diciembre de 2003, 18:12:03 CET |