Montajes



Estas hijas de la gran Rusia de Putin por fin han confesado: no son lesbianas. Y era de esperar. Muchos ya imaginábamos que no lo eran, pero no teníamos indicios. La puesta en escena global de estas dos jovencitas dándose un morreo a través de un video las lanzó a la fama, e incluso dijeron que iban a casarse si ganaban el festival de música de Eurovisión. Por lo visto, la pelota se hecho ya tan gorda que se han hartado de fingir. Y es que no es muy agradable meterle la lengua a otro ser humano de tu mismo sexo si no eres (y no te sientes) homosexual, y menos si te obliga una discográfica. ¿No bastaba con hacer el video y reconocer abiertamente que existía un objetivo comercial? ¿No hubieran vendido de igual forma muchísimos cederrones? Tengo la sensación de que estas hijas de la gran Rusia de Putin no le han hecho ningún favor ni ninguna gracia al mundo gay. Si acaso, todo lo contrario. Dicen que están "cansadas la una de la otra. No es divertido jugar a las lesbianas". ¿Y qué clase de juego es ése en el que uno ya no se divierte? ¿El que no da más dinero? Entonces queda claro que no se han divertido porque no han sabido montárselo tan bien como otras. Y después dicen que la prostitución está en la calle...