Río



Si yo fuera urbanista, si no nos aterrorizaran con enfermedades de transmisión mediática, si no llevaramos bozales en los besos ni caparazones en las caricias, si tuviera suficiente dinero para las obras y, sobre todo, si me dejaran..., construiría un río trasparente y termal que partiera en dos todas las ciudades del mundo con la única finalidad de que allí nos fuéramos a bañar todos los que deseamos practicar una orgía diaria al servicio único de nuestro propio deseo: un espacio natural para el intercanvio de toda clase de prácticas sexuales. Esto lo he soñado esta noche con todo tipo de detalles. Pero como, de momento, nada de eso puedo hacer y, además, como hace un buen sol de invierno, me subo al tejado, me pongo en bolas y, simplemente, miro el cielo.