Ideales



El realismo es un constructo ideal definido por selecciones temáticas y por restricciones formales y estéticas. La prensa diaria, por ejemplo. No existe otra opinión pública que la publicada, ni más ideas que las idealizadas. El idealismo no es fruto de los ideólogos, un especie en extinción, sino la moneda de cambio de los idealistas. Todo lo contrario de la ideología. El programa electoral de los partidos 'socialistos' europeos, por ejemplo. No está más alejado de la verdad ni es menos nocivo ante los conflictos el realista que el idealista. No el cristianismo, sino el idealismo es la religión de nuestro tiempo: "Nosotros queremos una Europa mejor". Vale. ¿Y nosotros no? Hegel se estará chupando los dedos. Qué desencanto, qué chasco descubrir en los libros de historia del siglo XXII que el terror del siglo XXI era sólo una cuestión de realismo y que el terrorismo no era más que el estilo literario preferido de los ricos. Novela rosa. O roja, como la sangre.