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Hoy día luna, día pena, hoy me levanto... A los domingos se les debería hacer un torniquete, para detener la hemorragia, para no llegar a lunes. Los lunes deberían de estar prohibidos por los convenios laborales y recogidos como día de descanso en la Declaración de Derechos del Hombre. Para poder comer no hace falta trabajar tantos días de la semana. Lo que pasa es que el sistema sólo se pone a cien, sólo llega al orgasmo si nos tiene cogidos.
Escrito por jose el 26 de abril de 2004, 8:13:34 CEST
Secreto No diría nada nuevo aunque pudiera. Y no lo digo. En parte porque es aburrido pero, sobre todo, por fastidiar.
Escrito por jose el 24 de abril de 2004, 11:53:35 CEST
Via Crucis No alivia mucho darse una vuelta a las once de la noche por los pasillos de un videoclub 24 horas. Para aliviar, mejor un orgasmo, si el deseo aprieta. Su turno, señor. No sé por qué los ojos de esta dependienta siempre adoptan una mirada de alquiler. El carnet, por favor. Miran y miran como el mostrador, cejijuntos, exactamente entre las chocolatinas y las revistas porno. Se lleva usted DVD de "Sed de mal".... Quizá hasta tenga hijos, seguramente con la misma mirada de alquiler, pero más pequeña, inocente. Esta película es 2x1, ¿lo sabía usted?. Abre a bocajarro sus ojos de mostrador y con cara de estantería me pregunta si quiero llevarme otra película. Ya imperativa... Llévese otra película. No creo que su marido conserve las rayas de la mano y apostaría algo a que las cortinas del comedor de su casa tienen bonitos bordados. Son cuatro euros. Otra vez en la calle, el frío me recuerda que olvidé comprar una chocolatina. (...) Ha llegado el momento de expresar con un signo nuestros sentimientos de adoración y amor hacia nuestro Señor Jesucristo. Besando la Cruz, expresamos que hacemos nuestra, la vida y la muerte de Jesús. Una vida que se entrega por amor de los demás y acepta el sufrimiento que ello conlleva.... Caos. Apago la tele. Estoy harta de que en la tele hagan anuncios de compresas, oí que gritaba la vecina.
Escrito por jose el 10 de abril de 2004, 0:47:11 CEST
Cambios De repente hay algo inexplicable que todo lo cambia. Podría ser ese lienzo de nubes rojas mal colgado en la pared, el grito de un niño en la calle cuyas palabras casi no alcanzo a distinguir, que esta tarde no cojas la chaqueta para ir a clase de alemán, emitir un adiós sordo, con un exceso de indiferencia. No sé exactamente qué es lo que determina que, de golpe, de un día para otro, la luz adquiera matices tan diferentes, que me acostumbre a besarte del revés tumbada en el sofá, que sin saber por qué tu mirada se me vuelva desconocida en presencia de alguien, que las voces del prójimo sean percibidas en otro nivel, que empiece a escuchar la música con una sobredosis de nostalgia, que me olvide las llaves del coche dentro del coche. A veces pienso que, como un virus, se introduce en nosotros una mutación totalmente invisible de nuestras propias rutinas diarias, a pesar de las rutinas; una ruptura ínfima con lo cotidiano, imperceptible incluso por nosotros mismos, generando en nuestro interior enormes terremotos a cámara lenta, mayores de lo que en un principio pudiéramos pensar o esperar, sueños impredecibles que por la noche nos atacan a coro, vendavales que en vez de arrebatarnos, de conducirnos a un punto imprescindible de locura, lo que hacen es disolverse lentamente, fluyen como ríos mudos dentro del mar, recorren como una gota de aceite cada uno de nuestros nervios. No se puede explicar lo inexplicable, qué contradicción, pero no encuentro otra forma de decir, por ejemplo, que ayer me limité a preguntarte el precio de tu perfume, casi despistado, como si nada, y que hoy tu perfume me traiga, sin embargo, los más gratos recuerdos de aquel año en que te conocí. Y que me quede pensando un rato. Y que me apetezca solamente mirar el techo. Y pensar que tenemos que cambiar la lámpara del dormitorio. Es entonces cuando se me mete muy adentro, como una niebla, un sentimiento que nunca soy capaz de pronunciar.
Escrito por jose el 3 de abril de 2004, 2:44:56 CEST
Estoy de fiesta.
Escrito por jose el 22 de marzo de 2004, 12:45:15 CET
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