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Mirando Podría pasarme horas así, asomado a la ventana, abstraído, tonto, prácticamente idiota, perdiendo el tiempo, pensando en nada (que es lo importante), contemplando la calle, examinando los gestos de la gente, reflexionando sobre cómo afecta septiembre a los coches que se rozan en segunda fila. En el barrio donde vivo, los coches se rozan mucho más que las personas, es un dato objetivo, y eso que en general los vecinos todavía se cruzan y se saludan, pero cada vez menos. Es gente básicamente cordial. De repente me he acordado de los televisados barrios inundados, ya pestilentes (eso dicen), de Nueva Orleans y también de los tipos cotillas que, como yo, se dedicaban casi profesionalmente a mirar desde las ventanas... Y después me he preguntado sobre otras zonas inundadas del planeta que casi no han salido por la tele. Septiembre sí que es un mes cruel, y no abril, que escribía el aburrido de Elliot.
Escrito por jose el 12 de septiembre de 2005, 21:00:16 CEST
Lo que no pudo ser Tras recibir el premio, una mujer se le acercó y, como otros admiradores, le pidió que por favor le dedicara el libro de poemas. La mujer, casi adhesiva, permaneció junto al poeta durante toda la sesión de autógrafos y, entre firma y firma, le susurraba su número de habitación en el hotel y otras sugerencias íntimas. Aquella mujer se divorció ayer del poeta, alegando ante el juez que su marido ya no escribía versos.
Escrito por jose el 6 de agosto de 2005, 9:02:43 CEST
Hasta luego...
Escrito por jose el 18 de julio de 2005, 0:05:47 CEST
Casi axioma Las caricias aplazadas no pueden esperarse.
Escrito por jose el 10 de julio de 2005, 22:41:01 CEST
Lista de la compra Apunta... Colonia para poder quedarme sólo (un par de raciones). Digestivo radical contra los ataques de ansiedad ajenos. Tapones auditivos inteligentes, de esos que sirven para oir lo imprescindible y recordar los indispensable. Una puesta de sol, versión silenciosa (y si no quedan, evitar a toda costa las que incorporan fondos musicales de Albinoni). Un nueva ética indolora, con nueva fórmula protectora, blanqueante y antidepresiva, sin efectos secundarios en los sentimientos. Tomate frito. Calzoncillos. Un sierra musical, para competir en si bemol mayor con el pajarraco hijo puta del balcón de enfrente (y si no, para serrarle el pico). Aspirinas contra el sentido común. Whisky. Infusión de tomillo. Y una canción de cuna para dormirme. No olvides traerme el tiquet.
Escrito por jose el 6 de julio de 2005, 0:14:51 CEST
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