Tomó un vuelo hasta la ciudad más grande del mundo y se situó en su centro. Una vez allí, localizó el basurero más cercano y lanzó sus maletas, su documentación y su dinero. Conservó solamente su ropa. Hecho esto, empezó a correr por la primera bocacalle que vio y así estuvo corriendo durante casi una hora. Recorrió calles desconocidas, no recuerda cuántas, hasta que muerto de cansancio dio con una plaza pequeña e intrascendente. Deambuló con desagrado por ese barrio durante unos minutos y reenprendió la carrera. Repitió estas carreras un par de veces más -cada vez más cortas- y, cuando finalmente cayó rendido, decidió sentarse en la acera de una avenida muy concurrida. Se sintió libre y perdido. Una mujer se le quedó mirando y le arrojó una moneda. Sintió entonces con entusiasmo que, por fin, su nueva vida había comenzado.

Doctor, esta mañana me he despertado sin tacto. No siento las cosas. A ver... me explico: toco objetos y no percibo su textura. No sé qué me pasa en las manos. Lo he notado al lavarme la cara; no he sentido el agua ni los pelos de mi barba. Para cerciorarme, he puesto las manos cerca de la estufa, pero no he advertido el calor y casi me quemo. ¿Qué me pasa, doctor? Entiendo que se pueda perder la vista, que se pierda el gusto, el oído o el habla, una pierna quizá, pero no entiendo como se puede perder el tacto. Acudo a usted, doctor, porque en Urgencias me han dado un diagnóstico que no me convence: "trauma psicológico pasajero". Me han dicho que no le dé importancia... ¡Ja! ¡Que no le dé importancia! ¿No son importantes mis manos? Sin fortuna intento recordar si recientemente recibí algun golpe en la cabeza, cualquier trauma, doctor, que me permita explicar posibles lesiones en esa zona del cerebro que, supongo, procesa los estímulos táctiles. Toco cosas y personas, y no percibo nada. No siento nada... Una caricia equivale a un rasguño y viceversa. Estoy desesperado... ¿Qué me pasa, doctor?

lejos estoy mis manos lejos palabra adentro ya casi que no te veo ya casi que no me acuerdo

crecías caricia de alas jugando a la frontera lejos

lejos jugando al beso jugando a la sangre lejos lejos a los labios lluvia lejos a los labios cielo

y lejos por fin de tus labios
mis labios lejos

Wall Street cierra con leve alza por toma de ganancias. La tierra es caprichosa; sangre, y no agua, es lo que a veces pide. G-10 acoge favorablemente promesa de EEUU de reducir déficit. Sólo en las guerras modernas el asesino acude al funeral de su víctima. Cuba reanuda contactos con todos los países de la Unión Europea. Cuando a nadie ni nada se espera, pasa un ángel y Dios existe. Libertad bajo fianza a Pinochet por el caso Cóndor. Falacia superada: No es momento de buscar responsabilidades, sino de ayudar a las víctimas. Sube el precio del petróleo a causa de las especulaciones. No baja el precio del papel a causa de la poesía. La sonda Huygens lista para entrar en Titán. Maldigo la ciencia concebida como un lujo
cultural por los neutrales.
Niño se ahorca por repetir escena película Eastwood. En ocasiones pienso en mi para tomar una decisión, pienso lo que yo haría, pero al final obedezco al mundo. El cáncer entre los niños europeos creció en los últimos 30 años. La Naturaleza regula la infidelidad conyugal. Murdoch ofrece 5.900 millones de dólares por el 100% de Fox Yo ofrezco gratis un beso con lengua. Dos soldados de EEUU muertos por una bomba en Bagdad. Qué pena.

El mundo se acaba cada día Su imitación de la muerte es casi innegable Cuando en la orilla del sueño se ejecuta a un ciego Que siempre ignoró su propia ceguera Hasta que por casualidad cerró los ojos Y sé dejó llevar al apocalipsis Donde sólo tendría sentido existir En un amanecer sin memoria

El mundo se acaba cada día Más allá de los charcos de sangre La parálisis invade hasta la arruga los cuerpos A veces estalla en su epilepsia el adiós Que anuncia cruel la emboscada final Del tiempo que late contra el orgullo inútil Del que usó su poder para ignorar su suicidio

El mundo se acaba cada día Y nos entrenamos a fondo para ser necios Como el futbolista que cobra cinco mil millones Pero gratis Hay que ser idiotas Cerramos las puertas a las noches que llaman En la almohada cantamos ma-ña-na o-tro dí-a Superamos el crepúsculo como supervivientes Esperamos en un semáforo Un lugar de esos donde uno se juega la vida Mutamos el amor en ideología, o peor todavía, En otra tecnología Y luego exigimos ser felices

El mundo se acaba cada día ¿Preparados? ¿Listos? Ya.