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Parásita iglesia Los parásitos luchan en cuerpo y alma por seguir chupando la sangre de su víctima. Por ejemplo: «Puede decirse en puridad que el Estado, cuando transfiere a la Iglesia la cantidad señalada, no regala nada, sino que es mero ejecutor de una voluntad ciudadana expresada espontáneamente por cada contribuyente al marcar con un aspa la correspondiente casilla de su declaración, de la misma forma que otros ciudadanos optan por señalar a diversas entidades de asistencia social como destinatarias de su porcentaje fiscal. En todo caso, nos hallamos ante cantidades relativamente bajas, si tomamos en consideración el montante total de los presupuestos del Estado, o si contabilizamos las transferencias que el Estado realiza a partidos políticos u organizaciones sindicales, que cuentan con un número bastante menor de afiliados al de católicos que hay en España, por pesimista que se sea en el recuento... [Leer más]»
Recomiendo el artículo "Iglesia católica: auténticos parásitos", que detalla sus exenciones fiscales y explica todo lo que hace con nuestro dinero el «mero ejecutor de una voluntad ciudadana expresada espontáneamente por cada contribuyente».
Escrito por jose el 21 de marzo de 2006, 8:54:16 CET
Dos estilos Es llamativo comprobar que mientras miles de jóvenes franceses asaltan la calle para protestar contra los contratos basura que les impone su gobierno, miles de jóvenes españoles asaltan la calle para festejar un macrobotellón, poniendo en guardia a los ayuntamientos, a las fuerzas de seguridad y a los servicios sanitarios de toda España. Parece que son dos estilos. Unos hacen su revolución y otros se revolucionan. Ni a los franceses ni a los españoles les faltan razones.
Escrito por jose el 17 de marzo de 2006, 10:51:00 CET
Sbaraglia Leonardo Sbaraglia ilustra las técnicas "autorizadas" de tortura de EEUU en Guantánamo:
Haz tú la prueba. Técnica para probar uno mismo. Separa las piernas y flexiónalas. Extiende los brazos en cruz. Mantente así durante 30 minutos. 10 horas así. El dolor es intenso, insoportable, como una paliza, pero no deja huella. Técnica autorizada.
Escrito por jose el 8 de marzo de 2006, 17:56:23 CET
La infinita paciencia del laico Para bien o para mal, el centro del mundo ya no lo ocupa Dios sino las multinacionales, por mucho que algunas comunidades religiosas intenten convencer de lo contrario a sus fieles e infieles. Hoy en día, la ley prohíbe la quema libros que antiguamente practicaban las religiones occidentales, pero, por contra, la ley no las penaliza cuando éstas pregonan sus propósitos de censura de productos culturales de cualquier tipo, como por ejemplo El Código Da Vinci. Y no las penaliza porque también es de ley que se respete su libertad de expresión, su derecho a expresar —y sólo expresar— su censura. Se me preguntará, con razón: ¿por qué estás a favor del uso de la libertad de expresión de una película en la que se exhibe una imagen de Jesucristo diferente al dogma católico y en cambio reprochas el uso de la libertad de expresión que se ha hecho con las caricaturas de Mahoma? Pienso que la diferencia es evidente. En la película, que es una obra de ficción, el miembro de una comunidad religiosa se convierte en asesino al intentar que no trascienda una imagen distinta de la vida de Cristo; en cambio, en las viñetas, conectadas a la realidad, a la actualidad diaria, se expone una ridiculización que denigra al profeta, divinidad que —lo entendamos o no— lo es Todo para millones de humanos. Ojo, no estoy diciendo que el cine sea arte y que las caricaturas no lo sean; digo que en un caso se trata de ficción y en la otra de realidad. Además, según lo que he leído en la prensa, en la película no se llama asesino al Opus, sino que existe un personaje en este colectivo que asesina; en la viñeta, en cambio, directamente se le llama terrorista al profeta. «El Opus Dei ha hecho un llamamiento a la productora Sony Columbia para que elimine del filme las escenas que puedan 'herir a los católicos'». Y la productora, que desea rentabilizar la polémica, ha respondido con la creación de una página web para debatir el asunto. Efecto boomerang, pues... Dice el Opus, no queremos que se hable de esto en la película, y contesta Sony, pues vamos a abrir un foro para discutirlo. Ja! Buena jugada de la multinacional, que tiene de su parte, además de la libertad de expresión, el libre comercio, el capital y la globalización toda. Lo que pasa es que, en el fondo, lo que se cuece no es un problema de libertad de expresión o de libertad religiosa, sino de tolerancia. Imaginemos por un momento que todos los agnósticos y ateos fuéramos, en nuestra laicidad, tan radicales como lo son algunas personas religiosas, sobre todo los jerarcas, tanto los musulmanes como los cristianos, y no comprendiéramos ni permitiéramos que, por ejemplo, una católica estuviera en contra del aborto y la obligáramos a abortar con muy fundadas razones. Esto sería una guerra constante. Pero no es así. Espero que a los laicos nunca se nos acabe la paciencia y que sigamos haciendo el valioso sacrificio de intentar comprender a los religiosos, porque ellos siguen dando muestras de que también se esfuerzan, pero en no comprender nada.
Escrito por jose el 16 de febrero de 2006, 13:52:09 CET
Precintos Acabo de leer que que la Guardia Civil pide que se cierre un bar en el que coincidieron el ciudadano Otegi y el ciudadano Permach.
«La Guardia Civil reconoce en este informe que no saben el contenido de la reunión celebrada en ese local pero le piden que precinte el mismo para evitar que pueda ser utilizado de nuevo para reuniones de una formación política ilegalizada.
A la vista de este informe, el magistrado ha celebrado hoy una vistilla con los propietarios del establecimiento y el administrador, lo que permite entrever, según fuentes jurídicas, que la próxima resolución acordará el precinto del local». Alerta y sirena para los garitos, pues: cuidadín con que entren en tu bar dos personas que formaron parte de un partido ilegalizado, porque te chapan el bar. Ese es el mensaje administrativo. Y no señor, no hay derecho, porque si ahora hay zonas para fumadores, debería haberlas para reuniones sospechosas... Ya me veo los cartelitos en las puertas: «Reservamos mesas para reuniones secretas. Hasta 6 personas». De todas maneras, en los locales pueden poner todos los precintos que les dé la gana. A veces los ponen hasta en la boca. Los pondrían también en los cerebros, pero de momento la ley no les deja. Tiempo al tiempo.
Escrito por jose el 10 de febrero de 2006, 10:30:14 CET
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