|
... Previous page
viernes, 29. octubre 2004
El miedo es el mensaje No sé si el Pentágono precipitará la tormenta con algún espectáculo pirotécnico, pero, como era de esperar, las bombas informativas crecen como champiñones a medida que se acerca el 2 de noviembre, las presidenciales en Estados Unidos. Si el periódico The New Yok Times exhibió el otro día las negligencias de dicho pais en la protección de centros de producción y almacenaje de armamento, ayer trascendió la primera investigación realizada por los norteamericanos sobre el número de cadáveres del genocidio ejecutado por EEUU (y sus ayudantes) en Iraq: 100.000 muertos. No el medio, sino el miedo es el mensaje. El miedo y solamente el miedo. En esta última fase de campaña, republicanos y demócratas trabajan el miedo a conciencia, como lo hicieron populares y socialistas la semana previa al 14-M: por un lado, el miedo de que Bush prosiga su genocidio y, por otro, el miedo de que Kerry no prosiga la guerra contra el terrorismo, que son, al fin y al cabo, las dos caras del mismo dólar. Ellos siguen mirándose el ombligo, pero el resto del mundo también miramos su ombligo (nunca antes hubo una cobertura tan planetaria de estas presidenciales) en vez de mirar a la cara, uno a uno, a los cien mil muertos del genocidio. Miedo. Nadie parece tener miedo de que Hitler no haya muerto.
Escrito por jose el 29 de octubre de 2004, 12:05:50 CEST
![]() jueves, 28. octubre 2004
De paso No deseo que me salgan gemelos, pero mi destino tendría que parecerse un poco a mi meta y que se respetaran como hermanos. Confieso que mi meta es siempre llegar a una meta, pero no para ganar ni para perder, ni tampoco para alardear de que logré llegar y que, en definitiva, hice camino al andar. Mi meta siempre es llegar a una meta, justamente para borrar esa meta que en algún momento pudiera dejarme caer en la tentación de pensar o sentir que he llegado a alguna parte, a un lugar para siempre, a un amor donde sólo me quede pan y memoria. Por eso puede parecer que siempre regreso de un lugar al que no fui y que ya me dirijo a otro en el que, sin duda, nunca habré estado. Y por eso prefiero pasear a desplazarme. Cómo me gustaría saber estar siempre de paso.
Escrito por jose el 28 de octubre de 2004, 15:08:01 CEST
![]() miércoles, 27. octubre 2004
La ciencia del arte y viceversa ![]() Texto dedicado a iNWiT y su «Teñidor industrial»
Antes optaría por una poetización de la ciencia que por una cientificidad de la poesía, aunque los dos son mares para la exploración de un mismo océano previo a momificarnos por los siglos de los siglos dentro del sarcófago del canon. En esta aventura, no podemos renunciar ni a nuestro derecho a renunciar. Para no petrificarnos, en ningún momento debiéramos desistir del estudio del álgebra aplicada a las acrobacias de la percusión para que, al ritmo de los tambores, aniquiláramos todos los hilos musicales del mundo con la simple suma de un par de latidos. Música y biología. También sería un terrible error, una cobarde dejación, abdicar ante el vital descubrimiento de que los elementos químicos que se mezclan en nuestra saliva varían sensiblemente de Dante a Bretch en el mismo instante en que empezamos a reproducir el primer fonema de alguno de sus versos. Poesía y quimica. Por otra parte, me pregunto cómo es posible que alguien decida por nosotros el abandono de cualquier investigación destinada a conocer a fondo la clase de luz que atacó, como un tigre hambriento, las pupilas de Monet con el único objetivo de que no perdiera la santa paciencia de pintar la catedral de Rouen en varios momentos del día. Física, pintura y religión. ¿Y qué me dicen del primer gran tratado de ergonomía vertical publicado en mármol que es el David de Miguel Ángel? ¿Es que la halterofilia de levantar una estatua de más cuatro metros de altura, generosamente proporcionados a lo largo y ancho de todos sus miembros, no es suficiente para demostrar que Buonarroti tenía una noción de superhombre muchísimo más desarrollada que Nietzsche? Deporte, escultura y filosofía. A diario nos persuadimos de que la fotosíntesis que experimentan los libros de botánica exhibe un dominio de la luz mucho más eficaz que el de los propios artistas. ¿Por qué? Por lo que me toca, para que no se diga que no hago autocrítica ni automovilismo, observo que los poetas seguimos preguntándonos, para no perder la costumbre, por qué extrañísma razón no somos leídos, pero tampoco no esforzamos lo más mínimo en asumir que, por ejemplo, en la sublimación del tiempo hemos dejado de mostrarnos más intrépidos que el departamento de Física de la Universidad de Oxford, por no hablar ya del pleonasmo en que hemos convertido el uso de las figuras retóricas. Aunque de esto último la responsabilidad es, sin duda alguna, de los profesores de literatura, que de niños nos flagelaban con el ejercicio macabro de los comentarios de texto. De la tortura hablaremos otro día.
Escrito por jose el 27 de octubre de 2004, 1:17:26 CEST
![]() martes, 26. octubre 2004
Las armas que desaparecen Comentaba hace poco que una de las consecuencias de la guerra "contra" el terrorismo ha sido el fortalecimiento de los terroristas y recordaba la gran probabilidad de que se hicieran con armas de destrucción masiva, citando la presunta negligencia de Estados Unidos en la protección de centros de producción de armamento en Afganistán. Pues bien. Hoy se ha sabido, según ha recogido Reuters, que «casi 380 toneladas de explosivos han desaparecido de una instalación cerca de Bagdad que formaba parte del desmantelado programa de Sadam Husein para fabricar la bomba atómica, pero que no llegó a ser protegido por el Ejército de EEUU», según la ONU. La noticia explica que los explosivos desaparecidos podrían utilizarse "en potencia" para desarrollar un arma nuclear o bien armas convencionales y que, dada la gravedad de los hechos, Mohamed ElBaradei (responsable del organismo nuclear de las Naciones Unidas), ha decidido informar inmediatamente al Consejo de Seguridad de la ONU. La misma noticia insiste en que, desde la guerra, el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), de la ONU, ha permanecido fuera de Irak mientras sus antiguos emplazamientos nucleares eran saqueados.
Escrito por jose el 26 de octubre de 2004, 0:16:47 CEST
![]() lunes, 25. octubre 2004
Coste de oportunidad A veces la euforia es mi enemiga, pero más un lunes por la mañana. El descanso del fin de semana permite, generalmente, que los lunes me levante con gran ímpetu y optimismo. Aunque todo este vigor sea absolutamente real durante la primera hora del día, mi conciencia no puede dejar de adelantarse como un reloj a ese yo enérgico que, filtrado por la fábrica, voy abandonando para convertirme en un borroso espejismo de mi mismo que, al final de la jornada, se desdibuja hasta el sueño. Por esta razón, desde hace un tiempo, cuando me encuentro en este estado incontrolable de intrepidez anímica, procuro realizar un cálculo aproximado de mi derroche de energías antes de emprender cualquier tarea. Si observo que la realización de una tarea en un tiempo X me va a costar por lo menos un poema, que es mi moneda de cambio, esa misma tarea será prolongada X+n hasta la oportuna reducción de mis costes de producción. Se trata, en definitiva, de hacer frente al coste de oportunidad que se me presenta todas las noches: ronquidos o poemas.
Escrito por jose el 25 de octubre de 2004, 11:47:03 CEST
![]() ... Next page
|