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miércoles, 3. diciembre 2003
¿Reconocimiento de errores? ![]() Con sus discursos, Aznar insiste en que mi persona vote al Partido Socialista ¿Obrero? Español en las elecciones de marzo, pero no lo va a conseguir; en que me haga nacionalista, pero no lo va a conseguir; en que me radicalice, pero no lo va a conseguir; en que ponga en duda la democracia, pero no lo va a conseguir. Lo que sí va a conseguir es que todos tengamos más miedo del que ya teníamos.
Escrito por jose el 3 de diciembre de 2003, 9:31:16 CET
Los imparables No soy imparable ni escritor, ni sé qué oscura identidad padezco. A algunos les parecerá esto algo totalmente intolerable, pero de momento sobrevivo. Al ultimo poema le puse fecha; hace hoy exactamente un año, tres semanas y un día que no escribo en mi lengua madre, que no es ésta. Es el catalán que, seamos claros, agoniza (a mi pesar) fuera de las fronteras de Cataluña, es decir, donde yo vivo. Conste en acta. No soy imparable ni escritor, ni sé qué oscura identidad padezco... Con algún premio solemne, y con un par de libros publicados, la familia, los amigos, la gente empieza a llamarte poeta y, si te descuidas, comienzas a tener tanta fe en ti mismo que un día te levantas por la mañana y descubres que te has convertido en un profesional de la escritura, es decir, en un escritor. ¡Qué estupidez! Si la religión es el opio del pueblo, valeriana en vena es la fe para cualquier persona. Por tanto, las profesiones, que no los oficios, me parecen detestables. ¿Qué excremento es ése de ser un profesional? Dejemos ese adjetivo para los sacerdotes y los trabajadores lameculos. En fin, que ni soy imparable ni soy escritor, ni sé qué oscura identidad padezco, pero si fuera escritor imparable lo primero que haría, seguramente, es dejar de serlo.
Escrito por jose el 3 de diciembre de 2003, 0:49:11 CET
lunes, 1. diciembre 2003
Huellas Las huellas que, a fecha de hoy, han abandonado mis dedos forman un número impar que desafía al infinito. Hacen cola contra el olvido en las taquillas de los cines, en las fábricas de guantes y dedales, en el vértice de los abrazos, en todas las barandillas del mundo, porque se pasan la memoria entera buscando qué mano fue la responsable de su abandono. No llevo la contabilidad de mis caricias, ni el balance de arañazos que ya he pagado, pero he aprendido que esa serpiente de cifras con la que reptan mis huellas siempre muta el haber en debe. Como no hay dios ni en la insistencia, ni policía que me las devuelva, me consuela imaginar que todas las huellas que cedí jamás se perdieron, y que en algún hueco de la eternidad se han unido por fin en esa única y afligida mano que cada noche llama a mi puerta y pregunta si, por favor, puede meterse en mi cama porque en los sueños de ahí afuera hace mucho frío.
Escrito por jose el 1 de diciembre de 2003, 21:29:28 CET
Riesgos de la automedicación Una noche de sábado, Ramón se frustró sexualmente cuando la camarera de la discoteca le comentó que el hecho de pelar con las uñas las etiquetas de las botellas de cerveza era una afición, generalmente masculina, que escondía, desde un punto de vista psicológico, algún tipo de frustración sexual. De lo que Ramón dedujo que, para terminar con su frustración, la mejor rehabilitación consistiría, por tanto, en hacer muchas prácticas y beberlas sin pelar nada, sin darse cuenta del gran error que cometía. Ahora, Ramón tiene una barriga cervecera descomunal y todas las chicas lo rechazan en las discotecas del sábado noche. Hace una semana que Ramón acude al endocrino para recuperar su silueta y al psiquiatra para comprender las causas de su insatisfacción sexual. Ni se la ve cuando mea ni levanta cabeza, pero por lo menos se ha prometido a sí mismo no volver a automedicarse.
Escrito por jose el 1 de diciembre de 2003, 11:06:57 CET
domingo, 30. noviembre 2003
Otros mandamientos Acabo de nacer. Es urgente. No puedo perder más tiempo. Solicito inmediata ubicación y pista de aterrizaje. Necesito cuanto antes resolver los siguientes conflictos: Primero: que me han dicho que existo. Segundo: que me han dicho que pienso. Tercero: que me han dicho que imagino. Cuarto: que me han dicho que sé usar lo que pienso y lo que imagino. Quinto: que me han dicho que creo. Sexto: que me han dicho que hablo y escribo: nombro. Séptimo: que a mi prójimo le han dicho exactamente lo mismo. Octavo: que me han dicho que deseo. Noveno: que me han dicho que muero. Décimo: ¿Por qué?
Escrito por jose el 30 de noviembre de 2003, 3:47:30 CET
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